domingo, 18 de noviembre de 2012

HAY DERROTAS QUE DEBEN ENSEÑAR


(Alcobendas, 17 de noviembre de 2012). Lo difícil de la crónica de hoy es empezar a escribirla. Debería ser muy corta: Mal partido de nuestras chicas de Cadete B ante un Leganés muy superior. Pero en el deporte, como en la vida hay derrotas que deberían enseñar mucho, y esta es una de ellas, porque independientemente de la calidad de tu juego lo que nunca debe faltar es actitud.

Si simplemente hubiera asistido a este partido sin haber visto los anteriores y los entrenamientos de la semana, les contaría simplemente que la diferencia técnica entre ambos equipos se ha visto reflejada en el marcador, 25-5 / 25-20 / 25-16. En el acta pondrá 25-15 en el último set, pero con lo difíciles que estaban hoy los puntos no pienso renunciar a uno de ellos simplemente porque se despistó en el último momento el árbitro asistente.

Pero da la casualidad que sí he visto los anteriores partidos y sí he visto los entrenamientos de esta semana y lo que conozco de este equipo no es lo que se ha demostrado hoy en la pista. Si releyéramos crónicas anteriores, especialmente de los dos primeros partidos, llegaríamos a la conclusión que este equipo a falta de formación y algo más de técnica le sobraba corazón y coraje y que con ellos puso en jaque a equipos de altísimo nivel, entre ellos ni más ni menos que al equipo Cadete A de Alcobendas. Pero hoy, el coraje, el corazón e incluso la sangre se han quedado en casa, y eso que en el inicio del segundo set parecía que aparecía, pero fue más por la relajación del Leganés A que por lo que todos esperábamos.

Y es que las claves del partido aparecieron antes del comienzo. Ver el calentamiento del Leganés A ha sido todo un espectáculo. El Leganés A no es un es un equipo con estrellas como otros: es, ante todo, un equipo. No hay torres, y ver a las más bajitas como saltan y manejan los tiempos en los remates, golpeando la bola dos palmos por encima de la red con gran potencia y colocación, ver a las colocadoras como dejaban la bola con gran altura y cercanía a la red, facilitando enormemente el trabajo de las rematadoras, ver cómo sacaban, cómo recibían y cómo se movían por la pista nos dejó una impresión a los asistentes de que uno de los grandes había venido a jugar hoy. Y ahí estuvo el problema: el Alcobendas también lo vio. Y si a esto le unimos la desconfianza que generó el último partido en Coslada, que se pudo ganar si se hubiera ido a ganar, provocó que el Alcobendas B iniciara el partido sí, pero no empezó a jugarlo. Un parcial de 16-1 en el primer set dejaba claro lo que hacía cada equipo, y a pesar de los esfuerzos de la entrenadora en cambiar el ánimo con un tiempo y un buen discurso al principio del partido, el mensaje no pudo cuajar ante una actitud triste y desconfiada de las jugadoras, que si bien cambió algo en el segundo set cuando el marcador no fue tan agresivo por la relajación del Leganés A, dejó claro en el tercer set que este había sido el problema. La prueba es que las jugadoras apenas se hablaron durante el partido.

Pero no hay que ser del todo negativos, y les contaré que se han visto cosas nuevas y buenas. Empieza a haber juego en equipo y no acciones de coraje aisladas. Empieza este equipo nuevo a conocerse y a apoyarse (en cánticos y ánimos ganó Alcobendas por 3-0), empieza a escucharse a la entrenadora sin escuchar luego las excusas de las jugadoras, el equipo se mueve bien en la pista y se ve estrategia: ya no son sólo seis jugadoras que rotan una detrás de la otra. Hoy simplemente ha fallado lo mejor de este equipo: la actitud. Y la actitud se puede recuperar.

Me queda sólo un mensaje para las jugadoras: esta derrota debe enseñar. Debe recordaros que es un deporte que en esta edad es para disfrutar, que no se pueden repetir las caras que había durante y después del partido. Debe enseñar que en cada punto se debe reflejar nuestro esfuerzo de todos los entrenamientos y, sobre todo, el agradecimiento a un club y a las personas que trabajan en él, que hacen posible que podáis disfrutar de lo que os gusta. Y si salís de un partido habiéndoos dejado el alma, independientemente del resultado, vuestras caras reflejarán la satisfacción del esfuerzo realizado. El marcador de hoy se podrá repetir, pero la actitud no debería.

Crónica de Miguel Torán

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