(Leganes, 20 de enero de
2013). En el deporte hay muchas verdades y algunas mentiras. Hoy hemos visto
muchas verdades y una mentira.
Verdad es que el Alcobendas
B ha puesto esfuerzo y en algunos tramos trazas de calidad. Verdad es que a
base de recibir cañonazos todo el campeonato estas chicas cada vez defienden
mejor y algunos puntos nos hacen disfrutar a todos por el esfuerzo demostrado.
Verdad es que algunas de nuestras jugadoras con un poco de suerte tendrán un
futuro amable en este deporte. Verdad es que no se les puede exigir más en este
que es el primer año para muchas de ellas, pero la gran verdad es que están,
sin darse cuenta, viviendo la gran mentira: el vóley no es pasar la bola al
otro lado sea como sea para ver qué pasa aun intentando hacer jugadas de tres
toques para demostrar que algo se sabe de este deporte. El vóley, como todos
los deportes es estrategia. Y la única manera de jugar con las mejores es
acortar las diferencias técnicas con una buena estrategia y con las ideas muy
claras.
Y es ahí donde aparece el
Leganés. Sería para mí una sorpresa por lo visto ya a estas alturas del
campeonato que este equipo no ganara este año todas las fases y se proclamaran
campeonas de la categoría. Y no lo digo porque técnicamente sean buenas, que lo
son, ni porque cuando saltan, miras a ver si hacen trampas y llevan muelles en
las zapatillas, o porque te intentas explicar cómo con esos bracitos incrustan
la bola al otro lado de la pista con tanta potencia; lo digo porque dominan los
fundamentos de este juego: construyen cada punto para conseguir su
finalización, o como mínimo dificultar al otro equipo para que construya su
jugada de contrataque. Y esa es la verdad de este deporte, que tiene en común
con todos los demás en quien lleva la iniciativa y aplica la técnica para
conseguirlo tiene todas las de ganar. Y el Leganés conjugó ayer ambas máximas
para llevarse cómodamente el partido ante un rival muy luchador que hizo uno de
sus mejores encuentros. Estos partidos de primero contra último son muy peligrosos
porque el factor motivación puede fallar, pero cuando vi, ya desde el primer
momento, como se colocaban totalmente concentradas las jugadoras del Leganés en
cada saque del Alcobendas B, comprendí que la sorpresa por despiste no se iba a
dar.
El caso es que salimos todos
muy contentos ayer. Nueva derrota sin paliativos para nuestras chicas por 25-6
/ 25-17 y 25-12, pero que hicieron un gran esfuerzo y nos mostraron cosas que
hasta ayer no habíamos visto, especialmente buenísimos bloqueos, un nivel de
juego muy regular y remates bien dirigidos gracias a la evolución de nuestras
colocadoras. El día que dejen de pasar la bolita al otro lado porque sí y lo
hagan con más intención de ganar el punto será un buen equipo. Y un gran vóley,
vóley para entendidos del Leganés, que dignifica a este deporte y hace
disfrutar hasta a los rivales.
Estamos ya deseando que
empiece la segunda fase, donde el Alcobendas B podrá medirse a rivales más a la
medida y demostrar que son capaces de hacer, y donde el Alcobendas A y el
Leganés harán las delicias de todos los que tengan la ocasión de verlas.
Crónica de Miguel Torán
NOTA: Me sorprende y me
agrada enormemente la cantidad de personas que me ha reclamado el artículo del
partido anterior. A veces pensaba que para qué hacía esto si nadie lo leía pero
veo que no es así. Pido disculpas. Lo hice pero lo autocensuré, ya que, a falta
de juego en un partido pésimo, solo hablaba del arma secreta del equipo
contrario, una buena moza con uniforme de voley que salía sólo para sacar y que
debe merendar hormigón armado, porque esa forma de pegar a la bola debe ser hasta
delictiva. Llevo toda la semana sin dormir pensando que hay un pobre chaval por
ahí jugando a la ”Play” sin saber que se va a casar con portadora de semejante
brazo. Dios le guarde. Y no he sido el único porque tres
de nuestras jugadoras salieron con la nariz que parecía que iban a una prueba
teatral para el papel de Cyrano de Bergerac.
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