El Feel Volley Alcobendas se proclama subcampeón de la Copa Princesa 2013, después de ganar una luchadísima semifinal con Extremadura Arroyo por 3-2 y plantar la cara en la final al campeón: el fuerte equipo de Vall D'Hebrón.
Antes del comienzo de la temporada, cuando planificamos al primer equipo proponiendo las metas a corto plazo dentro del gran objetivo del club de formar jugadoras, creímos que aspirar a clasificar dentro de los cuatro primeros equipos de nuestro grupo era una propuesta ambiciosa.
Si bien es cierto que el año pasado quedamos campeonas de la Copa Princesa, los cambios con respecto a ese plantel son fundamentales: del equipo titular, sólo quedaron Esther Rodríguez, Leti Lería y Patri Rodríguez. Los cambios son enormes ya que si bien Ani Muller ya jugaba, este año cambió de función de central a opuesta; Sofi Elízaga se reveló como una sólida receptora, Mary Álvarez, como única colocadora y eje de todo el juego táctico: así como la plena integración de Carmen Unzúe, cadete de sólo 16 años.
Teniendo en cuenta la juventud de nuestro equipo, con una jugadora de 30 años y el resto de 17 años promedio, se planteó como objetivo de la competencia únicamente el desarrollo de las jugadoras.
Este año la Superliga2 se estructuró en dos grupos de siete equipos cada uno jugando una primera fase de todos contra todos en dos vueltas. Los cuatro primeros clasificarían para jugar con los cuatro del otro grupo una segunda fase con vistas al ascenso a la Superliga1, mientras los tres peor clasificados, competirían por salvar el descenso.
El plan de entrenamiento ejecutado por Hugo fue dando resultados y al finalizar la primera vuelta, el equipo estaba perfectamente orquestado, con un juego rápido y sofisticado que generaba un resultado superior a la suma de las individualidades. Sin proponérnoslo, clasificamos para la Copa de la Princesa, uno de las instancias más importantes de la liga de plata del voleibol español.
El partido por la semifinal ante el primero del grupo A, el Extremadura Arroyo, que se presentaba a priori como muy complicado, se convirtió en una batalla en la que nuestras niñas jugaron con garra contra un equipo al que la suerte le jugó en contra, pero que supo hacer gala de la valentía y el amor propio de los grandes. Ante la lesión de su colocadora, sus dos estrellas, Flavia y Helen, mostraron no sólo calidad, sino orgullo y raza de campeonas, pero no fue suficiente. Ganamos 3-2, 16-14 en el último set. Jamás olvidaremos ese partido. En la final, a pesar del cansancio por el partido de la noche anterior, plantamos cara al campeón, que se llevó el oro por 3-1 y pudo disfrutar de la merecida fiesta por tan ansiada victoria. De nuestra parte, destacamos la actuación de Esther Rodríguez, quien, en todos los aspectos del juego, mostró calidad, liderazgo y coraje. Nuestra MVP de la Copa Princesa.
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